Gotas transparentes,
llenando vasos de cristal,
tomando la forma de cada recipiente.
No es el agua.
Son las gotas de agua.
No es el rio.
Son las gotas creando el nombre del río,
eligiendo su senda hacia el mar.
No es el mar.
Son átomos de agua y sal,
creando inmensidad.
No es lo que siempre parecía ser.
Es lo que siempre fue.
Se revela el orden perfecto creando oculta belleza.
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