Si arde, qué arda.
Si quema, qué queme.
La vida se abre paso entre llamas.
El infierno no es tan grande como la muerte.
El infierno no es tan grande como la vida.
Si vuela, qué vuele.
Si rie, qué ría.
Las palabras no rompen la esencia serena.
El purgatorio es un paso hacia la conciencia.
El purgatorio concilia la vida con la muerte.
Si tristea, qué tristée.
Si sonríe, qué sonría.
Las lágrimas limpian los desiertos.
El paraíso es la vida y la muerte.
El paraíso habita aquí: tu, yo, el, ella, nosotros.
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